LT 22 Radio La Colifata me sigue emocionando. Pasan los años y mi admiración hacia este proyecto crece. Aún me parece un sueño aquella mañana que Alfredo apareció por la radio con su radiograbador, que era en sí mismo toda una radio. En ese radiograbador escuché a los primeros colifatos y el flechazo fue total. Pero lejos estaba yo de imaginar lo que iba a suceder con La Colifata: convertirse en un fenómeno, en un ejemplo mundial.
Hoy las terapias alternativas han avanzado, pero la radio como terapia sigue siendo imbatible, me parece, porque rompe con los límites, con los muros, hace que las voces y las ideas salgan de tanto encierro y vuelvan convertidas en oyentes, en amigos.
Cuando allá por los primeros años del siglo los colifatos salían a la calle para reportear para Lalo Bla Bla en Radio del Plata, vestidos con la camiseta de La Colifata, uno de ellos me dijo un día: “¡¡Me reconocieron, Lalo, un señor me dijo que nos escuchaba!!”
Se había hecho la magia. Se había terminado la locura... o había empezado.
*Locutor, periodista y padrino de Radio La Colifata.
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